A lo largo de mi vida me he fijado en muchos chicos, pensando que eran tonterías y que al fin y al cabo, no me iba a enamorar nunca. Lo cierto es que nunca he querido de la misma manera a los chicos que se han fijado en mi, como a los chicos en los que me he fijado yo primero. El momento en el que una persona está pendiente de ti, se preocupa, quiere verte y te hace ser feliz en todo momento sin que tu hagas nada por ello, es tristemente reconfortante. No ser tu quien estés al 100% al principio hace que al final seas tu misma la que no puedas estar sin esa persona ni un segundo. Vivir momentos agradables, importantes, sencillos, bonitos, divertidos, únicos.. hablar. Hablar. Y hablar. Hablar hace que conozcas a esa persona como a nadie. Con él podía estar hablando horas y horas, antes de un beso, y ese beso significaría que nos entendemos y que queremos querernos.
Sí, hasta ahí todo va bien. Pero. Siempre hay peros. Peros que pueden destrozar algo que se llama "enamorarse". Peros de cansancio, peros de viajes, peros de mudanzas, peros de debilidad, peros de inseguridad, peros que te dejan sin aliento y con lagrimas. Es importante saber querer, pero es todavía más importante saber no hacer daño, por que hacer daño es muy fácil. Por muchas cosas claras que hayas dejado, si un corazón quiere a otro corazón no hay nada claro. Claro ni oscuro, solamente sentimientos que te atrapan a idealizar a esa persona y cegarte para no ver defectos ni dolor.
Creo que cada historia tiene su final, y que nadie nunca te puede decir como acabar, pero en el momento en el que veas que nada se va a poder arreglar con una persona y que no queda nada más. ESPERA. Y aparecerá otra persona con la que igual se repite la historia, o con la que igual terminas tu historia. Pero nunca, nunca, nunca, dejes de amar por que es el mejor remedio para encontrar la felicidad.
